Mar, 2021

SEGURIDAD vs COMODIDAD

Se ha demostrado que las mascarillas FFP2 son una defensa eficaz para evitar la inhalación del virus COVID-19. Debido a ello, varios gobiernos como el alemán se plantean la obligatoriedad de uso de este modelo en espacios cerrados donde no se puede mantener la distancia de seguridad social recomendada (tiendas, autobuses, trenes…).

Es una medida controvertida, no por su eficacia demostrada, sino por la duda todavía existente de poder abastecer a todo el público en general y a un precio asequible estas mascarillas. Pero es muy importante también considerar que hay diferentes tipos de mascarillas FFP2 y la eficacia de éstas depende mucho de cómo sean utilizadas.

No sirve de mucho obtener una buena mascarilla con un filtrado competente (superior a 92%) si la mascarilla no se acopla debidamente al contorno facial para permitir la estanqueidad de ésta. Cualquier fisura en la estanqueidad de la mascarilla (uso de barba, ajuste inadecuado de la pinza nasal, sujeción en las orejas con cierta holgura…) permitirá una respiración más cómoda, pero repercutirá en la entrada indebida de aire inhalado por una zona que no ha filtrado. Un 2% de fisura supone un 50% de entrada de aire.

Las mascarillas con forma redonda o preformadas (con cierta forma de nariz), permiten un acoplamiento inmediato al contorno de la mascarilla que sellará estas fisuras, pero se debe de complementar con unas gomas alrededor de la cabeza o bien con una sujeción firme alrededor de las orejas, que no dé lugar a dudas sobre la estanqueidad de éstas a la hora de respirar.

Los modelos ADEEPI Masks se han comercializado en la industria durante muchos años y la seguridad que ofrecen no está sólo contrastada en pruebas de laboratorio sino en todos los años que han sido utilizadas en diversos sectores industriales y hospitalarios para prevención de sus usuarios.

A pesar de que la capacidad de filtración de nuestras mascarillas es de un 99% y que la resistencia a la respirabilidad que ofrecen es de las más bajas del mercado, su correcta forma y estanqueidad pueden dificultar la respiración, sobre todo ante la falta de válvula. Siempre ha sido pertinente permitirse un descanso cada cierto tiempo, e incluso ralentizar el ritmo para acompasar debidamente la respiración con filtración a la actividad que se está realizando.

La comodidad, por tanto, entendida como no notar que se lleva mascarilla puesta ni tener ninguna dificultad para respirar durante su uso, se tiene que entender como enemiga de un uso correcto de mascarilla FFP2.

Y siempre también seguir las instrucciones indicadas en cuanto a colocación, tiempo de uso y forma correcta de desechar el EPI. Una jornada de uso correcto no se tiene que arriesgar en el último momento con la manipulación inadecuada del EPI o la posible conservación de éste infectado en una nueva jornada.